Al paso de los años, siempre que me subo a un camión, voy al supermercado, o al ir a cualquier parte, siempre veo parejas muy felices con sus nuevos progenitores, siempre sonrientes, haciéndole cariños, haciendo gestos, entre otras cosas más. Me veo a mí mismo y me pongo a pensar ya reflexionar un poco, ¿he logrado con mis metas establecidas?, ¿acaso tengo todo lo que quiero?, ¿me falta algo en la vida?, la respuesta a todo es un sí, y no estoy muy convencido con mi vida, presiento que me falta algo. De repente se me ocurrió preguntarle a mi esposa, ¿Qué te parece si tenemos un